LA DOCTRINA ESPIRITA:
Es el conjunto de principios y leyes, revelados por los Espíritus Superiores, contenidos en las obras de Allan Kardec, que constituyen la codificación espirita: El Libro de los Espíritus, El Libro de los Mediums, El evangelio según el Espiritismo, El Cielo y el Infierno y La Génesis.
Es, aún, el Consolador prometido, que vino, en su debido tiempo, a recordar y complementar lo que Jesús enseñó, «restableciendo todas las cosas en su verdadero sentido», trayendo, así, a la Humanidad las bases reales para su espiritualización.
QUÉ REVELA:
Revela conceptos nuevos y más profundizados al respecto de Dios, el Universo, los Hombres, de los Espíritus y de las leyes que rigen la vida.
Revela, además, lo que somos, de dónde venimos, para donde vamos, cual es el objetivo de nuestra existencia y cual es la razón del dolor y del sufrimiento.
SU ALCANCE:
Trayendo conceptos nuevos sobre el hombre y todo lo que lo rodea, el Espiritismo toca todas las áreas del conocimiento, de las actividades y de los comportamientos humanos.
Puede y debe ser estudiado, analizado y practicado en todos los aspectos fundamentales de la vida, tales como: científico, filosófico, religioso, ético, moral, educacional y social.
SU ORIGEN Y SU MISIÓN:
Programada y revelada por los Espíritus Superiores, en la condición de ministros de Dios y agentes de su voluntad, la Doctrina Espirita tiene origen divino.
Y tiene por misión instruir e ilustrar a los hombres, abriendo una neva era para la regeneración de la Humanidad..
PRÁCTICA ESPÍRITA:
Toda la práctica espirita es gratuita, como orienta el princípio moral del Evangelio: » Dad gratuitamente lo que habeis recibido gratuitamente».
La práctica espirita es realizada con sencillez, sin ningún culto exterior, dentro del principio cristiano de que Dios debe ser adorado en espíritu y en verdad.
El Espiritismo no tiene sacerdotes y no adopta ni usa en sus reuniones y en sus prácticas: altares, imágenes, andas, velas, procesiones, sacramentos, concesiones de indulgencias, vestiduras sacerdotales, bebidas alcohólicas o alucinógenas, incienso, humo, talismanes, amuletos, horóscopos, cartomancia, pirámides, cristales, trompetas, o otros objetos cualquieras, rituales o formas de culto exterior.
El Espiritismo no impone sus principios. Convida a los interesados en conocerlos, a someter sus enseñanzas al tamiz de la razón, antes de aceptarlas.
La mediumnidad, que permite la comunicación de los Espíritus con los hombres, es un don que muchas personas traen consigo al nacer, independientemente de la directriz doctrinaria de vida que adopte.
Practica mediumnica espirita es solo aquélla que se ejerce con base en los principios de la Doctrina Espirita y dentro de la moral Cristiana.
El Espiritismo respeta todas las religones y doctrinas, valora todos los esfuerzos para la práctica del bien, trabaja por la confraternización y por la paz entre todos los pueblos y entre todos los hombres, independientemente de su raza, color, nacionalidad, creencia, nivel cultural o social. Reconoce aún, que » el verdadero hombre de bien es el que cumple la ley de justicia, de amor y de caridad, en su mayor pureza».